PRONUNCIAMIENTO
Exigimos respeto a la libre determinación de los pueblos y las comunidades que pertenecen a la CRAC-PC y el derecho que tienen a ejercer justicia.
El pasado 14 y 15 de octubre, se cumplieron 16 años de la creación de la Policía Comunitaria del estado de Guerrero. Como cada año, comunidades indígenas me´pha, ñuu savi, nauas, mestizas y afromestizas, se reunieron, en esta ocasión, en la comunidad de Paraje Montero, municipio de Malinaltepec, una de las comunidades directamente afectadas por las mineras a cielo abierto que empresas extranjeras junto con los malos gobiernos tienen pensado abrir, para festejar un aniversario más de su organización comunitaria.
Desde el 15 de octubre, antes de que los asistentes se retiraran del lugar, comenzaron a circular rumores de que el ejército estaba cerca. Mientras los visitantes externos se retiraban un tanto asombrados por haber vivido la experiencia directa en que proceso indígena lleva a cabo sus festejos y por haber participado de ellos, las y los habitantes de las comunidades que asistieron, se retiraron con miedo reflejado en sus rostros y expresado en palabra. Muchos de ellos, al escuchar el término “ejército” se ponen tensos y respiran profundo. Saben, por la historia misma, que lejos de proteger, el ejército los ve como delincuentes. Si bien, la política de miedo del Estado tiene la intención de paralizar, los pueblos son fuertes y resisten.
Aproximadamente diez días después, nos enteramos que en territorio comunitario entra un convoy con 7 vehículos que trasladaban a personal militar y elementos de la policía federal, con motivos desconocidos, quienes pasan por varias comunidades pertenecientes al sistema de justicia hasta llegar a Pajarito Grande donde detienen al compañero y consejero de la CRAC Agustín Barrera Cosme, acusado de delitos ambientales.
Agustín salió libre tres días después, y los militares se retiran de la zona; pero, de nueva cuenta están entrando camiones de militares por Marquelia rumbo a San Luis Acatlán, Guerrero. Desde hoy en la mañana 31 de octubre, pusieron un retén de revisión en el crucero de Zoyatlán, comunidad que pertenece a la Policía Comunitaria. Sabemos que estos actos son intimidatorios contra la CRAC, sus miembros y sus comunidades.
Son dos mundos confrontados: por un lado, el proceso de justicia comunitaria, digno de ser festejado y, por el otro, el mundo económico, totalizante, homogéneo, que rechaza lo diferente, el que usa el poder para dominar. Las comunidades de la CRAC-PC son diferentes. Diferentes porque han logrado erradicar en un 95% los delitos que se cometían en la región, diferentes porque no aceptan “mordida” a cambio de liberar a alguien que cometió un delito. Diferentes porque no agacharan la cabeza y defenderán a la madre tierra, así como han defendido por siglos a su gente.
Pedimos respeto a la CRAC-PC y a las acciones y decisiones que toma para continuar en la lucha contra la delincuencia en la región. Las decisiones que establece, son a través de asambleas, por lo que están respaldadas por pueblos y comunidades completas. Creemos que, una institución ajena, como el ejército, la policía federal, la marina y cualquier otra, no puede estar por encima de los pueblos.
Pedimos a todas las organizaciones sociales y colectivos que estemos atentos, que no quitemos la mirada del territorio comunitario.
LA CRAC-PC avanza a pesar de todos y a pesar de todo.
Pedimos a todas las organizaciones sociales y colectivos que estemos atentos, que no quitemos la mirada del territorio comunitario.
LA CRAC-PC avanza a pesar de todos y a pesar de todo.
Exigimos NO más detenciones contra integrantes de la CRAC-PC.
También decimos NO a las mineras en territorio comunitario.
Expresamos nuestro apoyo de palabra y de hecho, en las acciones que las comunidades de la CRAC-PC emprendan.
Porque “SOLO EL PUEBLO APOYA Y DEFIENDE AL PUEBLO”.
COLECTIVO CONSTRUYENDO RESISTENCIA
“LA TIERRA ES DE QUIEN LA TRABAJA, LA RADIO DE QUIEN LA ESCUCHA, EL TRABAJO DE QUIEN LO HACE”
Noviembre de 2011
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